<<El día que lo conocí me aseguraba
que yo le daría suerte. Pasamos por un casino y entramos a jugar. En la calle
pasamos por una administración y me pidió que escogiera un número para el
próximo día. Incluso paró a comprar un boleto en uno de los kioscos. Yo le
daría suerte, me dijo. Y a mí me parecía divertido a la vez que me hacía sentir
especial. Luego, con el tiempo, me empecé a dar cuenta que él creía realmente tener
un don, en tener buena suerte...aunque nunca antes hubiera conseguido ganar
algo de dinero con todas esas apuestas. Gastaba muchísimo en juego de
azar...era capaz de invertir todo lo que tenía en un número de la lotería
porque decía conocer el premio ganador. Al principio, podía parecer un poco
impulsivo, infantil incluso, luego resultó ser arriesgado.
Hoy, la medicación y las sesiones de terapia psicológica lo mantienen estable. Pudo sacar su titulación y ahora lleva año y medio trabajando en una empresa. Es más consciente de sus límites y conoce mejor sus retos. Sabe hasta dónde es capaz de llegar y empezamos a distinguir cuáles de sus cualidades son realmente de él y cuáles forman parte de uno de los dos estados...maníaco o depresivo. Gracias a la terapia puedo conocer quién realmente es y puedo enamorarme de nuevo>>
Resultaba que esta idea no solo era en
relación a los juegos de azar, la expandía a otras muchas áreas. Creía saber
cuándo alguien mentía, creía tener cierta intuición para leer los pensamientos
de la gente, para saber qué tipo de persona era cada una con solo mirarles a
los ojos…
Luego esa “intuición" se agrandó y
se convirtió en poder. Creía tener ciertos poderes mentales que incluso llegaba
a asustar. Se engrandecía...se engordaba...Cuando supe lo que ocurría empecé a
pensar que esto siempre estuvo ahí pero él me lo ocultaba hasta donde sabía para
no preocuparme... ¿podía hacerlo? ¿Su enfermedad le daba bastante tregua como
para poder filtrar las cosas que hasta a él le parecían una locura? Más
tarde, llegaron los periodos de depresión. “A veces me pasa” - me decía. Llegó
a estar días y días sin apenas salir de su habitación, sin ducharse. Sin querer
hablar. Como si no fuera él. El hombre que me llevaba a casinos
prometiéndome que al día siguiente nos iríamos a París con el dinero que iba a
ganar esa misma noche...ahora, unos días después estaba sin fuerzas…destruido y
derrotado por este monstruo.
Hoy, la medicación y las sesiones de terapia psicológica lo mantienen estable. Pudo sacar su titulación y ahora lleva año y medio trabajando en una empresa. Es más consciente de sus límites y conoce mejor sus retos. Sabe hasta dónde es capaz de llegar y empezamos a distinguir cuáles de sus cualidades son realmente de él y cuáles forman parte de uno de los dos estados...maníaco o depresivo. Gracias a la terapia puedo conocer quién realmente es y puedo enamorarme de nuevo>>
Testimonio de la pareja de un paciente diagnosticado
de trastorno bipolar.
En este vídeo podemos ver un
resumen de qué es el trastorno bipolar, cuáles son sus síntomas, su
tratamiento, a qué personas puede afectar, los falsos mitos que la rodean y la
recuperación de la enfermedad.
La utilidad de un buen seguimiento, de
una buena psicoeducación para establecer hábitos y dar estabilidad a la vida
del paciente, la identificación de aquellos indicios que llevan al paciente a
las recaídas, la modificación de conductas y la eficacia de una re-estructuración
cognitiva hacen muy necesario acudir a un psicólogo para hacer frente a este
trastorno y afianzar todas aquellas herramientas necesarias para superar la
enfermedad.